True Blood es una serie de vampiros producida por HBO y Alan Ball (el creador de Six Feet Under, otra exitosa serie de la emisora) y está basada en la serie de libros Southern Vampire Mysteries de Charlaine Harris. El show está protagonizado por Anna Paquin (Rogue en X-Men) quién interpreta a Sookie Stackhouse, una camarera que tiene el poder de leer la mente de otras personas y se enamora de Bill Compton, un vampiro de más de 100 años, interpretado por Stephen Moyer.
Algo que es muy original, en comparación con otras historias, es que los vampiros viven integrados en la sociedad gracias a la invención de la sangre sintética, lo que les permite vivir sin tener que matar a humanos para alimentarse. Esto da un contexto muy interesante y que no se había explorado hasta ahora en las historias de vampiros, como por ejemplo las discusiones políticas sobre los derechos de los mismos; y da lugar también a ciertos paralelismos con algunos temas sensibles, como la segregación racial (los vampiros tienen sus propios bares) o la discriminación homosexual (algunos humanos rechazan a los que tienen sexo con vampiros).
La serie, como muchas de cable y sobre todo las de HBO, tiene un tono muy fuerte. Está cargada de sexo, el cuál tiene un lugar central en la trama, y las escenas suelen ser bastante frecuentes y explícitas (algo que me recuerda a otra serie muy buena de la misma cadena, Roma). Otros elementos interesantes de la historia es que se trafica la sangre de vampiros como una potente droga, y existen bares específicos para vampiros, donde ciertas personas acuden para entregarse a los vampiros y además de tener sexo con ellos, dejarse chupar la sangre. También existe una distinción entre los vampiros que se integran a la sociedad y solo se alimentan tomando true blood (sangre sintética) y los que todavía ven a los humanos como seres inferiores a los que se les da caza.
La calidad de la serie es excelente en todos los sentidos. La historia es muy original y tiene mucho potencial para agregar elementos originales con el correr de los episodios, la realización técnica es muy buena, y el elenco es excepcional. Además de los personajes principales, sobresalen algunos secundarios que están muy bien logrados. El caso más destacable es el de Lafayette (Nelsan Ellis), primo de Tara (Rutina Wesley), la mejor amiga de Sookie, un homosexual, traficante de drogas y dueño de un website pornográfico que es genial en todas sus apariciones. También son destacables los personajes de Eric (Alexander Skarsgård), el vampiro más viejo del pueblo que cumple el rol de sheriff y Jessica (Deborah Ann Woll), una vampira muy joven que no encuentra todavía su lugar en el mundo, y que es para mí uno de los personajes más interesantes y que más frescura le aportan a la historia.
El show tuvo una primera temporada normal y se convirtió en un rotundo éxito al comienzo de la segunda, el episodio estreno fue record en espectadores y fue lo más visto del canal desde el final de The Sopranos (Los Soprano). Actualmente se emitió en estados unidos el quinto episodio de este segundo año de la serie, en el cuál se incorporaron algunos elementos nuevos (y bastante extraños) a la trama, algunos de los cuales resta todavía saber que rumbo seguirán.
En mi opinión es un programa excelente y que sin dudas va a ser del agrado de cualquiera al que le interesen las historias de vampiros. Si bien varios elementos de la trama me recuerdan otras historias sobre el tema el show es muy original y no se queda como otros en las típicas historias de amor o clichés y agrega realmente varias cosas que son muy distintivas. Si tienen ganas de ver una buena serie y no saben cuál elegir, esta es una muy buena elección, es muy recomendable. La primera temporada consta solamente de 12 episodios, pero por emitirse por HBO y no tener comerciales los episodios son bastante más largos que una serie común, rondando los 55 minutos. La segunda temporada comenzó ayer en Argentina para los que tengan el codificado.
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